L i t e r a t u r a A u t ó n o m a

La p á g i n a del D e s a g r a v i o

En ella encontrarás poetas desconocidos y su poesía inédita, esos y esas que a pesar de su grandeza viven sumidos entre el anonimato, dadas las impuestas leyes del mercado que han trazado líneas divisorias invisibles, difíciles de franquear usando la sola poesía. Por tanto, queremos divulgar sus pensamientos poéticos, aplicando el desparpajo de aquellos cantores populares que sin ambages, entonan libres como los pájaros su trino, en la monomanía de sus notas; conscientes además, de que el reconocimiento no es ni mucho menos, potestad exclusiva de editores mercantilistas que en pomposos cócteles definen e imponen escritores cortados de acuerdo a sus parámetros, para venderlos luego a través de los medios masivos de comunicación. Queremos que el grueso de la sociedad sea quien decida autónoma sus preferencias (Para que la poesía pueda ser viva y palpitante), esas que en el fondo de sí guardan recelosas, esperando, por qué no, tu aparición gloriosa. Poeta, engendra y da a luz tus pensamientos, pues siempre, poeta, habrá en el mundo quien reconozca a tus hijos, y seguro, en algún momento escucharás en labios de alguien, el primigenio canto nacido en tu corazón. Envíanos tus poemas, nosotros los publicaremos sin la tortuosa selección, de quienes pretenciosamente pretenden dimensionar lo ajeno, logrando con este proceso imponer tan sólo su conveniente dimensión. Convierte este espacio en propio, y así como nosotros lo hemos recibido, dónalo a quien lo necesite. Esperamos dada tu contribución desempolvar esas letras que después de plasmadas serán: sentimiento común, pertenencia del hombre y gravitaran libres en el cosmos. 

 
  • LO INAUDITO

 

 

Rumor de interrogantes devastan la conciencia.

¿Por qué?

El hambre, perdida la dimensión del pan

reconoce coqueteante al mendrugo,

los pies al suelo tibio escrutan titubeantes la tierra,

la escuela dormida en el discurso tiene asnsiedades

de tizas, como la biblioteca que escondida en el plano

agotó los recursos tiene ansiedad de libros.

¿Por qué?

El ministro de educación, airoso, dicta normas, acres,

decretos de etéreos principios, vagas aspiraciones,

fuliginosas alucinaciones de erudito, sobre intangibles.

Terminó tres carreras, diplomados, doctorados, además

asiste a reputados y dulces seminarios en países lejanos.

¿Por qué razón ahora, implanta concursos de sabiduría,

en escuelas de paja, culo al suelo? Si el bien lo sabe,

pobladas con seres de ojos legañosos, que denuncian el sueño quebrantado de la hamaca guindada entre totumos,

y despotamente, cruelmente estremecida, torturada 

 por el zumbido desapacible de agobiantes plagas:

paramilitares paranoicos, que a falta de hombres,

que hulleron ante los zopilotes, bajo el zurrar de balas,

acribillan, serruchan o dan de puñaladas, sólo por su luz,

a inocentes luciérnagas, las del poeta, luciérnagas fantásticas.


Hugo A. Torregroza A.